Reflexión crochetera: cuáles son los 5 errores más comunes que cometemos las tejedoras y que más rabia nos da cuando ocurren

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Después de leer sus comentarios respecto de cuáles eran las cosas que menos nos gustan del tejido (los cuales, por cierto, me hicieron reir bastante), me puse a pensar en cuáles son los 5 errores más comunes que cometemos las tejedoras y que más rabia nos da cuando ocurren. Este es el ranking:

1-Equivocarnos en el talle. Ya sea porque decidimos tejer «a ojo», porque interpretamos mal el patrón, tomamos mal las medidas o no dejamos reposar lo suficiente nuestra muestra, cualquiera sea el motivo, es bastante frustrante ver que la campera que nos estábamos tejiendo nos llega a las rodillas, que el sweater de nuestra hija no le pasa por la cabeza o que el gorro para bebé que estábamos tejiendo nos entra a nosotras. Todo esto implica destejer y volver a empezar…

2-Calcular mal el material. Muchas veces empezamos a tejer tranquilas porque estamos seguras de que el material que compramos es suficiente, sin embargo hay veces que vemos que a mitad del trabajo estamos usando nuestro último ovillo. Y es en ese preciso momento en el que comenzamos a pensar: «dónde compré esta lana?», «me fijé si tenían más ovillos?», «guardé la etiqueta para saber qué tipo, partida y color pedí?». Y si la respuesta a nuestras preguntas es que no hay más material del que estábamos usando, entonces nuestra primera pregunta será: «cómo sigo ahora: destejo, cambio de color?». Generalmente de este error surgen las prendas con rayas, los bordes o mangas de otro color, flecos extra largos, cuellitos en vez de bufandas y chalecos en vez de pullóveres.

3-Perder el patrón y no anotar los detalles de nuestros trabajos. Aunque parezca algo simple, en nuestro entusiasmo de tejer, muchas veces olvidamos marcar el patrón que estamos usando, separarlo o guardarlo en algún lugar al que podamos recurrir cuando querramos continuar. También es muy común no anotar qué material y número de aguja estamos usando, y suele ocurrir muy seguido que al continuar un trabajo no recordamos con qué aguja lo estábamos tejiendo y darnos cuenta de que no nos está quedando igual que antes. Este error les ocurre principalmente a las tejedoras ansiosas como yo que no pueden esperar a terminar un proyecto para comenzar otro y por ello tienen un montón de bolsitas con proyectos sin terminar.

4-Comprar hilados sin saber en qué los vamos a usar. Tengo que admitirlo: cuando veo a esos ovillitos huérfanos, solitos en la canasta de oferta acompañados de etiquetas con precios muy tentadores, no me puedo resistir, los tengo que comprar! El problema es que una vez en casa uno debe decidir qué hacer con esos ovillitos, y muchas veces es poco lo que se puede tejer con sólo 100 grs. y uno termina cayendo en «la trampa de los restos», que consiste en salir a comprar más hilados para poder tejer algo con los ovillitos que compramos de oferta. Peor aún, a veces compramos más hilado que el que queríamos originalmente usar.

5-Olvidar nuestro tejido. Este error podría ocupar cualquiera de los 4 lugares anteriores en función de la circunstancia en que se presente. Si estamos en la sala de espera del consultorio de nuestro médico y se nos ocurre preguntar cuántos pacientes debe atender antes que nosotros y nos dicen: «10», les aseguro que el haberse olvidado el tejido pasa a ser el error número 1 en el ranking de rabia tejedora. Es muy triste cuando nos sentamos a esperar sin nuestro tejido y nos ponemos a pensar todo lo que podríamos haber hecho si lo hubiéramos llevado. Lo mismo ocurre en viajes largos en ruta o vacaciones. Quizás ni toquemos nuestro tejido, simplemente lo sacamos a pasear, pero tenemos la tranquilidad de que lo hemos llevado.

Están de acuerdo? Me gustaría saber su opinión.

Soledad